En el proyecto “Arbolado para calles, imperios y paraísos” estoy desarrollando diferentes patrones o modelos de alineaciones de árboles, susceptibles de ser utilizados en el espacio público. Estos patrones son combinaciones de varias especies arbóreas relevantes en diferentes momentos de la historia de Roma. El pino, pinus pinea, es el árbol más representativo de la ciudad, debe su masiva presencia a su utilización durante el periodo fascista para conectar la imagen del régimen con el esplendor del antiguo imperio romano. 

Giacomo Boni, arquitecto, arqueólogo y restaurador, fue el director de las excavaciones del foro romano y Palatino. Interesado en las plantas que crecían sobre las ruinas, creo una especie de vivero experimental basado en la flora descrita en los textos clásicos de Virgilio y Plinio el viejo, entre otros. Giacomo Boni dio las pautas en el uso de las especies utilizadas en el paisajismo urbano durante el régimen fascista.

Las excavaciones y derribos en el Foro romano culminaron en 1932 con la creación de la via di fori imperiali, una avenida que unía la piazza Venezia con el Colisseo, los dos puntos de fuga de una perspectiva dibujada con pinos. La perspectiva, una sistematización visual creada en el renacimiento, fue pervertida por la ilusión óptica que buscaba el barroco. Borromini y su galería para el palazzo Spada, es el modelo para la creación de una alineación urbana de pinos. Siguiendo la lógica de esta perspectiva forzada, 12 pinos se alinean ordenadamente según su edad y altura para crear una avenida en la que el espacio y el tiempo se recorren desde sus parámetros alterados.